Por: Omar Alcántara
Mi primer
día de clases fue demasiado agotador. El día anterior mi sobrino estuvo enfermo
y todos estuvimos despiertos hasta las 2am porque no se dormía y tenía fiebre.
Mi madre nos botó de su cuarto y nos fuimos a dormir. Me desperté 5.30am, tenía
clases de Marketing a las 7am. Llegué puntual, antes que todos, como casi
siempre. Prendí las luces del salón y los ventiladores. Esperando ver caras
nuevas, después de unos minutos, apareció el profesor y luego los compañeros.

Luego me
encontré con mi hermano que estaba buscando otras opciones de departamento a
donde nos tendríamos que mudar para abril o mayo, pero parece que la decisión
ya está tomada por nuestros padres y nos iremos a vivir a un dúplex que está a
dos cuadras de donde ahora vivimos. Por la tarde vino un amigo decorador para
asesorarnos un poco en la decoración. Así se pasó el tiempo y no tuve un lapso
para dormir. Tenía clases otra vez a las 6.50pm.
Llegué un
poco cansado de bicicletear, especialmente por el distrito de Miraflores que a
esas horas el tráfico está congestionado y algunas calles no dejan espacios
para que uno bicicletee. Tuve que subirme a algunas veredas. Llegué igual,
temprano a clases. Como otra vez tenía cinco horas académicas me compré una
coca cola zero y un café porque sino no iba a aguantar. La clase estuvo un poco
entretenida, clase de redacción corporativa. Hicimos algunas prácticas y dejo
algunas tareas que todavía no termino. Al final hice grupo con 3 lindas chicas
para desarrollar trabajos durante todo el curso.


Las clases
me dieron un poco de tensión, así que saliendo de la última clase a las 11pm
fui a tomarme unas chelas, pero creo que no debí tomar tanto.
Así fue mi
primer día de clases. Segunda tarea terminada.
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