viernes, 8 de febrero de 2013

La moda europea de bares y discotecas con diversión sexual en Lima


Nueva perspectiva de negocio abre la imaginación de pequeños y medianos empresarios.

Está crónica nace como respuesta a la mala información e investigación difundida por el magazín “A las once” que fue transmitido el 5 de febrero del 2013 vía América Televisión. La reportera Paola Gonzáles, habla de personas que fueron encontradas en locales donde se organizaban orgías como prostitución gay. Todo el tema relacionado al “prostíbulo clandestino” es totalmente falso, además de otros datos propalados en la nota informativa. Una “patinada” de la periodista.


                                                         
En el año 2006 me encontraba trabajando en el coffeeshop Downtown en Ámsterdam. Era el único coffeshop que habré conocido en todo Holanda donde no se vendía marihuana, solo cafés y una que otras delicatessen. Ahí atendía a un chico que venía diariamente alrededor del mediodía a tomarse un café y a sociabilizar con la gente, él era Gabriel Santos. Este local está ubicado en la calle gay de Ámsterdam: Reguliersdwaarstraat. El joven de, más o menos, mi edad, un poco más bajo que yo lucía ropas y accesorios muy lujosos de diseñadores italianos. Yo no soy mucho de inmiscuirme en asuntos que no son de mi incumbencia pero ya que lo veía todos los días llegamos a cierto grado de confianza y me atreví a preguntarle a qué se dedicaba. Siempre había sentido curiosidad de dónde venían todos esos objetos caros que llevaba encima. Pensé que era Escort, me dio una dirección en los alrededores de la calle Oudezijds Voorburgwal y me dijo que su trabajo quedaba en tal esquina, que lo vaya a buscar después de mi trabajo. Jamás me imaginé que buscando la dirección me iba a encontrar en medio del barrio rojo de Ámsterdam. Casi no lo reconocí el chico trigueño, moreno, de cuerpo marcado, guapo, estaba convertido en una travesti con peluca rubia, microfalda y tacones altos. La pillé invitando a un parroquiano a pasar a su cabina. Era una pequeña cabina de 3 x 3m con lavatorio incluido, su tarifa 50 euros por una mamada, y según las pretensiones del cliente iba subiendo el precio. Además tenía un pequeño botiquín con condones, drogas, cervezas y otros tragos para la venta directa al cliente. Fue así como me enteré del funcionamiento de este negocio. En Ámsterdam la marihuana, la prostitución y la diversión sexual ha sido vista por  las municipalidades como una forma de recaudar impuestos y de aportar al bienestar de toda la población.
Estamos ante el paraíso del sexo, todo funciona de la manera más normal y los turistas encuentran en esta ciudad su principal atracción. A comparación de Perú que por siglos nos seguimos asombrando por este viejo oficio y nunca podemos obtener un buen beneficio. Cuantos puestos de trabajo crearíamos si este rubro fuera abiertamente controlado por las autoridades ediles de nuestro país. A cuantos turistas estuviéramos atrayendo con todos estos proyectos de negocio.
Unos meses después, fui llamado para trabajar en una discoteca gay en la misma calle, EXIT. Era un edificio de 4 pisos, yo trabajaba en el primero, en el guardarropa. En ese piso también había un bar y un baño full espejos y amplio. Existían tres pistas de baile con diferente tipo de música. En el segundo piso había una sala de pop y otra más grande de electrónica. En el tercer piso música latina y un balcón con salida a la sala electrónica del segundo piso y a los baños del cuarto piso. Subías al cuarto piso y veías al fondo la entrada al baño. A medio camino te encontrabas con una entrada oscura a tu derecha donde se perdía la visibilidad. En el baño orinabas frente a una pantalla LCD que transmitía una película porno homosexual. Ya no era necesario ocupar los baños para follar. En esa entrada donde se perdía la visibilidad a medio camino al baño estaba diseñado un laberinto tipo Chavín de Huántar donde pocos reflejos de luz en el interior te permitían ver con quienes te topabas. No sé si era más por tu arrechura, por los tragos o por las drogas pero casi todos terminaban ahí. Casi todos los trabajadores de ese lugar se drogaban mientras trabajan o tus compañeros te metían droga en tus tragos, tenías liberad para tomar lo que se les venga en gana. La arquitectura de este local me hace recordar mucho al Xcess de Larcomar. Y así habías varios locales diferentes para desenfrenar todos tus instintos, gustos e imaginaciones.

Otra de las tantas discotecas famosas es el club CHURCH. Discoteca donde pagabas tu entrada y dejabas en una bolsa toda tu ropa en el guardarropa, en horas de la madrugada encuentras un mar de gente desnuda en la pista de baile o en las áreas de recreación, mismo campo de concentración pero donde no te castigaban sino en el que degustabas y te integrabas sexualmente a la audiencia  de la noche. Era un mar de gente follando conectada una con otra de diferentes formas y posiciones. Siempre en estos locales existen dispensadores gratuitos con condones y lubricantes ubicados estratégicamente en plena escenografía para el acto. Columpios de cuero, nichos con colchonetas, espacios debajo de las escaleras cuales te imaginas buen lugar para armar tu nacimiento, convertidos en cavernas con luces de neón donde entrabas combatiente a la batalla del sexo desenfrenado que jamás te hayas enfrentado. No es prostitución, son los mismos clientes que pagando su entrada tienen la facilidad de tener sexo con otros clientes que se encuentran en el local.
En cada ciudad del país no es difícil encontrar sexshops con una puerta lateral que te hace pensar que es el almacén pero no puedes imaginar que tal, cual escondite de Anna Frank, esconden cuartos oscuros, salas de video y cabinas para el sexo, ya sea homosexual, heterosexual o todos contra todos. Al fin y al cabo estás en cuatro paredes y quieres follar y que feliz tú que existen estos sitios y no tener que meterte a fornicar en la casa de los vecinos, en los baños de las discotecas o algún rincón desocupado de la casa en una fiesta.
Lo mismo sucede en París, España, Italia, aunque me quedé más asombrado con Berlín. Qué éxito, ahí si los locales no cierran ni un minuto, no te imaginas el salvajismo sexual que puede haber que solo viendo todo lo que ocurre te tocas el pene y puedes eyacular cuatro veces sin parar.
Todo este mundo sexual ha revolucionado más que las hormonas de los turistas y ha traspasado océanos para generar demanda en nuestro país. El sexo como diversión dentro de los bares, clubs o vídeos es un negocio redondo y es ahora la atracción para cierto sector de la sociedad peruana que se va incrementando día a día en este nuevo acontecer sexual. Atrás quedaron solo las discotecas. Algunos queremos que el menú sea variado en una sola noche. Salir, bailar, tomar y tener sexo pero, con cuantas más personas se pueda tener sexo a la vez, más atractiva se vuelve la situación. Aunque nadie te obliga a nada, cada uno decide lo que quiere para ese momento. Cuartos oscuros con cabinas dentro de la discoteca, sexo gratis solo pagando la entrada al local. No es prostitución, es solo el uso del local, cual hostal u hotel pero esta vez con más entretenimiento. No confundas a la gente follando con algún escort o agente de la más antigua profesión. Son gente como tú o como yo que se están divirtiendo libremente.
Esta misma diversión se expande a nivel mundial llegando al Perú, a través, de por ejemplo: el club PK2 en Lince. No solo apuntan a ofrecer estos servicios, quieren que los clientes se lleven un buen recuerdo. Vienen artistas contratados. En el 2012 he visto desfilar a varios conocidos, como el boxeador Jonathan Maicelo que ofrece tomarse fotos con todos los asistentes que deseen. El show de este deportista consiste en pequeñas peleas con alguno de los presentes en el local o si es que nadie se animase, un modelo adicional. Ese día se animaron dos personas, fue muy gracioso ver que con solo Jonathan estirar su brazo los podía hacer sentir un poco de dolor. Claro todo esto es un show, no es una pelea en un ring de box de verdad. Le pido a Jonathan tomarse una foto conmigo y gentilmente acepta con diciendo: claro chochera. También estuvo la ex congresista Susy Diaz acompañada de su ex esposo Andy V, quienes bailaron y rapearon sus conocidas canciones. La concurrencia los aclamaba. Ni que hablar de Monique Pardo y su caramelo que te saca más de una carcajada. El año nuevo fue recibido por el grupo Alma Bella y Ruth Karina. Son varios los artistas que pueden dar buena fe de este negocio.

PK2 es un lugar para pecar, es una casona antigua de Lince con paredes de adobe, que poco a poco ha ido siendo refaccionada. Está ubicada en plena avenida Petit Thouars, cuadra 18. Tiene 8 años en el mercado, actualmente cuenta con 3 pistas de baile, un bar, dos cuartos oscuros y dos cabinas. El urinario y pared de este es de acrílico trasparente y lineal de tal forma que ves a la persona que orina del otro lado frente a ti.
Ahora, qué puede diferenciar un centro de diversión sexual para heterosexuales o a uno para homosexuales, solo la imaginación que tengan los dueños lo puede hacer.
Continuará…

3 comentarios:

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  2. Comparto la misma opinion Omar, estare atento a tu proxima publicacion, esperemos q termine pronto esta persecucion a nuestro estilo de vida que no es diferente a los que ellos "heteros" quieren hacer creer, me rebienta que se crean los moralistas y estos son peores, cdt y nuevamente felicitaciones por tu Blog

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