jueves, 21 de febrero de 2013

MUNICIPALIDAD DE LINCE CENSURA CUARTO OSCURO DE DISCOTECA 80 DIVAS

Organismo distrital interviene además otros locales de su comuna que tratan de imponer esta moda de diversión sexual europea.


El 1 de enero del 2013 salió a comer comida casual, con compañeros de estudio, saliendo de clases del curso de Comunicación Interna en Isil de Miraflores. Después de eso y de toda una semana de clases y trabajo pensó que sería bueno tomarse unas cervezas en algún bar o discoteca. Supuestamente se dirigía a su casa en Santa Beatriz. En su bicicleta por la avenida Arequipa, justo antes del puente Eduardo Villarán Freyre, el que está en el cruce con la avenida Javier Prado, decide doblar a la derecha por una calle en diagonal y cruzar por la avenida Petit Thouars.
A un par de cuadras después de cruzar la avenida Javier Prado encontró una escena extraña. Las luces de las calles eran muy tenues, entre la soledad de la avenida Petit Thouars a la medianoche, una luz azul parpadeante señalaba su camino. Ingrata fue la sorpresa cuando se dio cuenta que parecía que los miembros del Serenazgo y la municipalidad de Lince estaban cerrando todos los bares del distrito. Aunque después se supo que solo intervinieron bares donde asistían homosexuales o bisexuales, en su mayoría hombres. Justo en la cuadra 26 el ciclista estaba haciendo su primera parada, uno de los bares a los que quería asistir se encontraba clausurado, motivo: atentar contra la moral pública y las buenas costumbres.
Los empleados del bar 80 DIVAS se encontraban en la calle, entre bromas pero con cara de desconcertados y apenados comunicaban, a los transeúntes que intentaban ingresar al bar, que hoy no atendían; algunos carros también pasaron y se estacionaron en la puerta. A todas estas personas se les dijo que podían ir a la sucursal del bar, uno nuevo, en Miraflores. Extrañado por la situación se baja de la bicicleta, la estaciona y empieza a hablar con el personal. Diego Milton Ulloa Sáenz, bartender de 30 años de edad, le cuenta lo sucedido: “Ingresaron al local como cinco miembros de la municipalidad, y nos pidieron nuestros documentos, la licencia de funcionamiento, los carnets de sanidad, buscaron el más mínimo motivo para cerrar el local”.
El objetivo de la municipalidad era cerrar todos los locales donde frecuentaba público homosexual y bisexual en Lince. Cerraron 80 DIVAS porque según la municipalidad había prostitución dentro de la discoteca, según ellos, debido a la existencia del cuarto oscuro que había al final de las salas de baile, detrás del baño.
El ciclista es un asiduo concurrente a esta discoteca. Llega siempre después de las doce y el lugar está normalmente, a esta hora, con bastante gente, casi lleno. No es una discoteca grande, digamos no como el Kímbara o el Vocé que también están en Lince. Por afuera pasa casi desapercibido, si tiene o no segundo piso, no te das cuenta, la puerta de la entrada en vaivén está pintada de color negro, son dos puertas juntas donde justo entran dos personas de contextura normal o una persona bien gorda. Fuera del marco de la puerta hay unas mayólicas grises que daría la apariencia que ese local tuviera una fachada de dos metros de altura por dos de ancho. Arriba con letras estilizadas en vinilo pero muy disimulado se puede leer el logo y letrero del establecimiento: 80 DIVAS. Un lugar que para cualquier otro transeúnte que no sabe lo que pasa adentro o no ha visto alguna publicidad, lo da por desapercibido desde la calle. Todas las paredes dentro son negras, en muchas de ellas se pueden observar brillantes de fantasía pegados proporcionalmente separados, esto le da un toque de glamour al local, que a pesar de sus paredes negras tiene un poco de decoración Kitsch o tal vez se podría decir que es ecléctica. En la entrada un sillón estilo Luis XV y un diván te dan la bienvenida, es una salita de cinco metros de largo, manteniendo los dos metros ancho de la entrada. Luego está la caja, guardarropa y el administrador, todo en uno, en un espacio de tres metros cuadrados. Aquí encuentras a Cassius Sonny Chávez, un piurano que administra el local desde hace 4 años. Te recibe con una gran sonrisa, su característica principal. La entrada cuesta 15 soles con derecho a un trago o una jarra de cerveza, el guardarropa un sol más por si traes un abrigo o mochila. Al costado un baño privado, no porque sea con acceso restringido y que solamente el personal que trabaja en la discoteca lo pueda usar, sino para algunos clientes que necesiten más privacidad o quieran hacer uso de él para algo diferente que sea orinar. Es decir, puede cerrar la puerta. Diferente del otro baño que se encuentra más adelante.

El bar es de cinco metros cuadrados donde atiende Diego, experto en pisco sours. Todos los clientes se dan cuenta que el servicio es muy amigable y respetuoso. Frente al bar dos repisas de vidrio grueso se suspenden de la pared, en medio y arriba de estas, una de las primeras pantallas grandes LCD muestra vídeos de los desfiles de Victoria Secret. Con el movimiento, baile de las modelos del video y con el colorido de los trajes extravagantes pareciera que danzan al compás del DJ de 80 DIVAS, DJ Diablo. El fin de semana pasado estuvo ahí con dos amigos del facebook, Pedro y Jesús, bailando y cantando algunas de las canciones, entre gritos y bailes se divertían al compás de los hits del momento, el baile del caballo, envidia, entre otros. “¡Envidia, Envidia, me tienen envidia, me tienen envidia!”, gritaban. Son tres salas más en L, cada una de dieciocho metros cuadrados más o menos, con pantallas LCD, cuerpos  tipo esculturas o maniquíes pintados enmarcados, que hacen de cuadros, siempre llaman la atención. También hay distribuidas en las salas algunas pequeñas bancas lounge y varias repisas suspendidas en las paredes que prestan la comodidad de dejar los vasos. 

Si le dan ganas de ir al baño va al que está en medio de estas tres salas. Es un urinario comunitario en forma de pecera, orina, apunta a cada uno de los goldfish, ellos a su vez miran con sus ojos bien abiertos, nadan en su pecera y durante toda la noche ven aparecer seres que aparentemente tratan de chorrearles orines. Luego al lavabo y de nuevo al baile. Pero antes; al lado izquierdo saliendo del urinario, una cortina negra escondía un cuarto que reinaba por su oscuridad, donde la clientela se perdía y luego aparecía otra vez bailando en las salas. Es un cuarto que está al fondo. En ese cuarto oscuro se sentía una gran ventilación, una combinación de aire acondicionado y ventilador. Por un momento se acostumbraba a la oscuridad, caminaba, su cuerpo chocaba con otros, casi se tropieza con la única banca situada a un extremo de la habitación. Al otro extremo una pared con tres puertas a elección esperaban con un espacio donde entraban tres o cuatro personas paradas. Eran cuartitos con rollos grandes de papel higiénico cada uno y una pantalla donde proyectan películas pornográficas gay. Algunos clientes se encerraban de a uno, otros de a dos, otros de a tres. Cerraban la puerta y sabe Dios qué pasaba dentro.
Esto es parte de un entretenimiento sexual que es muy común en bares y discotecas de Europa y que se quiere imponer en el Perú desde hace varios años en algunos bares, discotecas y videos en Lince, San Isidro, Miraflores, etc. Y también los hay en provincias.
Dos semanas después este cuarto oscuro ha sido vetado por la municipalidad de Lince, no existe más. Se pregunta: ¿A quién atenta este local contra la moral y las buenas costumbres si es un local donde las cosas pasan en cuatro paredes? Es una discoteca, como cualquier otra en el mundo, donde se ofrecen espacios privados. Ante esta situación el MHOL comentó lo siguiente:
“los encuentros sexuales anónimos, fugaces, consensuados y voluntarios -sin intercambio de dinero entre las partes- en salas de video, cuartos oscuros, saunas y similares constituyen parte de las prácticas y culturas sexuales gais que no responden a la categoría prostitución”.
Dos semanas después la diversión ya no es con cuarto oscuro. Pero con o sin él, se despertará en su cama, la música seguirá retumbando en sus oídos por el resto del día y todo le dará vueltas.

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